Adenopatías o ganglios.
Recomendaciones:
Consultar ante la aparición de adenopatías.
Evaluación exhaustiva en ganglios de más de 2 cm que duran más de 15 días, o que crecen.
Las adenopatías son órganos del sistema linfático dispuestas como estaciones en la red de drenaje linfático, para albergar glóbulo blancos de defensa, especializados en destruir elementos extraños y gérmenes. También transportan grasas. Tienen la forma de una aceituna y están distribuidas en cadenas más o menos simétricas, debajo de la piel o en ubicaciones mas profundas.
¿Cuales son anormales?
Las adenopatías, o ganglios linfáticos crecen en procesos infecciosos, ya sean virales o bacterianos, por proliferación local de linfocitos o macrófagos, benignos o malignos, por infiltración por células cancerosas o por trastornos lipídicos.
Es más común observar adenopatías benignas en la región inguinal y en el cuello, siendo normales las de consistencia blanda y de menos de 1 cm en general; merecen observación aquellas de más de 2 cm, que aumentan de tamaño, se palpan endurecidas por aumento de su consistencia, pierden la forma aceitunada cambiando a redondeada y/o se adhieren a otros planos.
Otras posibles localizaciones sugieren problemas más delicados desde la partida: cuando se encuentran en el hueco axilar, por sobre las clavículas, en los codos, detrás de las rodillas, o algún examen por imágenes demuestra su existencia en el interior del tórax o del abdomen.
El diagnóstico del tipo de adenopatía se basa en las características de los ganglios, su rapidez de crecimiento, distribución, sensibilidad y asociación con otros síntomas tales como baja de peso, sudoración o fiebre, aumento de bazo o síntomas generales.
Causas de adenopatías.
Por virus, bacterias, hongos o parásitos:
Virales: Suelen destacar las adenopatías el cuello o generalizadas. La más común es la mononucleosis infecciosa, pero también puede tratarse de citomegalovirus, hepatitis viral, rubéola, HIV, varicela-zoster y diversos adenovirus.
Hongos, especialmente en adenopatías del hilio pulmonar que se descubren al investigar fiebre y tos, particularmente Coccidiodomicosis, Histoplasmosis, poco frecuentes en Chile.
Bacterianas: Amigdalitis, con su típico ganglio del ángulo mandibular. Las lesiones dérmicas infectadas responden inmunológicamente activando el ganglio regional, por ejemplo por heridas comunes en extremidades; la Pasteurella se sospecha en una herida con signos inflamatorios y adenopatía local parecido al caso de Yersinia pestis, Listeriosis y Bartonella Haenselae (por arañazo o estornudo de gato). Las septicemias cíclicas como fiebre tifoidea y Brucellosis pueden dar adenopatías y aumento del bazo.
Venéreas: Sífilis, primaria o secundaria, el linfogranuloma venéreo de Nicolás y Fabres causa ganglios inguinales y el Haemophilus ducreyi agrega úlceras genitales dolorosas.
Existen variedades de bacilo tuberculoso (TBC) con especial predisposición a afectar ganglio al igual que otras Micobacterias como la lepra.
Entre los parásitos causantes de adenopatías, la toxoplasmosis es endémica en Chile y su reservorio es el gato, y también la enfermedad de Chagas, transmitida por la vinchuca que puede manifestar con conjuntivitis unilateral, edema palpebral violáceo (signo de Romaña) y adenopatías preauriculares o parotídeas o generalizadas y fiebre, en su etapa aguda. Linfangitis distales intermitentes pueden ser causadas por microfilariasis.
Enfermedades reumatológicas Autoinmunes: Lupus eritematoso sistémico, Artritis reumatoide, Dermatomiositis, Linfadenopatía angioinmunoblástica, Enfermedad del suero.
Reacciones a medicamentos: difenilhidantoína, alopurinol, hidralacina y otros.
Enfermedades de la glándula tiroides: Hipertirodismo, tiroiditis de Quervain y cáncer de tiroides.
Hematológicas: Linfomas, Leucemias, Histiocitosis
Metástasis ganglionares: pueden ser la extensión linfática de diversos cánceres.
Por depósito de lípidos: Enfermedad de Gaucher, Niemann-Pick, Fabry y Enfermedad De Hunter.
Adenopatías de causa desconocida:
Histiocitosis benignas: Enfermedad de Rosai-Dorfman, Histiocitosis de células de Langerhans, Enfermedad de Letterer-Siwe (forma diseminada aguda uni o multifocal con hepatoesplenomegalia y exantema cutáneo eritemato-papular, eventualmente diabetes insípida).
Hiperplasia linfoide folicular gigante o Enfermedad de Castleman (Adenopatías abdominales o mediastínicas, hepatoesplenomegalia, anemia, trombopenia, hipergammaglobulinemia).
Granulomatosis linfomatoide: adenopatías intratorácicas y/o periféricas.
Sarcoidosis (fiebre, astenia, adenopatías hiliares y/o paratraqueales, eritema nodoso).
Amiloidosis
Enfermedad de Kawasaki: fiebre, exantema, adenopatías cervicales, conjuntivitis simétrica, queilitis, faringitis.
Rol del Internista:
Comprobar si se trata de enfermedades tratables con antibióticos, si requerirá de inmunomoduladores o corticoides en enfermedades autoinmunes, solicitando generalmente el auxilio experto del reumatólogo, en casos determinados y establecer si se trata de una enfermedad maligna, ya sea por metástasis o hematológica.
Para ello, procede a la caracterización de la adenopatía mediante examen clínico, si es inflamatoria, localizada o generalizada, observa el perfil evolutivo, los síntomas acompañantes y determina exámenes complementarios: Hemograma, VHS, PCR y test específicos. A menudo es necesario efectuar test para VIH, RPR, títulos de anticuerpos y otras pruebas que ayudan en identificar la causa. Para precisar la extensión elige el recurso de diagnóstico por imágenes de mayor rendimiento para el caso particular, ecográficos, tomográficos, RNM, PET o cintigráficos.
En sospecha de linfomas o leucemias puede derivar a punción citohistológica, biopsia quirúrgica o directamente al Hematólogo. Esta es una de las posibles causas más importantes de detectar con premura, ya que el tratamiento oportuno influye decisivamente en el resultado y está cubierta por el AUGE. Ante esta sospecha, se recomienda abstenerse de efectuar intentos de diagnóstico fuera de centros expertos y derivar con prontitud.
Por lo general, la distinción clínica entre adenopatía inflamatoria y no inflamatoria, y la constatación del tamaño, forma, adherencia y localización orientan a la causa. Las adenopatías generalizadas son mas típicas de enfermedades infecciosas, autoinmunes, y hematológicas (linfomas o leucemias) u otras enfermedades generalizadas incluyendo SIDA y sarcoidosis.
Las adenopatías localizadas se asocian a lesiones infectadas vecinas, a la puerta de entrada de algunas infecciones sistémicas (rubeola, adenovirus, amigdalitis, difteria, linfogranuloma venéreo, arañazo de gato, etc), o a metástasis regionales de diversos cánceres. Los linfomas pueden afectar a cualquier ganglio, pero algunas localizaciones sugieren ciertas causas con mas probabilidad: el ganglio de Virchow (supraclavicular izquierdo) es punto de metástasis de cánceres abdominales; axilares unilaterales pueden indicar cáncer de mama; mediastínicas son mas o menos típicas de linfoma; las simétricas del hilio pulmonar insinúan sarcoidosis o enfermedades por hongos, en tanto que las de un solo lado son sugerentes de cáncer pulmonar.
Recomendaciones:
Consultar ante la aparición de adenopatías.
Evaluación exhaustiva en ganglios de más de 2 cm que duran mas de 15 días, o que crecen.
Evitar contacto con gatos.
Efectuar exámenes preventivos con la periodicidad recomendada para cada tipo de cáncer.
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